algunos consejos a tener en cuenta para superarlas con éxito.
¿Cómo sobrevivir a las cenas de Navidad?
ELMUNDO.es
Madrid.- Llegan las temidas cenas de
Navidad. Oportunidades para que compañeros y jefes puedan verte fuera de la
oficina. Una situación que en muchos genera una sensación de ilusión, miedo y nervios
a la hora de sentarse a compartir mesa y copa.
Las cenas de Navidad son una extensión de la jornada laboral por
lo que habría que comportarse
igual que en el trabajo, aunque en algunas ocasiones es
bastante complicado. El vino, el licor y las copas de antes, durante y después
pueden ocasionar más de un momento desagradable que más tarde puede ser difícil
de borrar.
Entonces, ¿qué
se debe hacer? Hay que comportarse como uno es en sus momentos
de ocio y despreocuparse de quién está presente o de veras hay que seguir unas
pautas de conducta para no recordar el encuentro como uno de los peores de tu
vida.
Lo primero que hay que tener claro es que hay que acudir a la cena.
Las excusas no sirven para este tipo de eventos. Como su propio nombre indica,
son actos de empresa y se espera que todos los empleados, salvo causas de
fuerza mayor, acudan. La ausencia se
interpretará como una señal de falta de responsabilidad,
dejadez o prepotencia. La participación también es importante porque es la
oportunidad perfecta para afianzar una buena posición como miembro del equipo.
El alcohol
es probablemente uno de los principales problemas de estas reuniones. Pasarse
con las copas no es la mejor opción. Por lo general los empleados conocen está
regla, pero terminan obviándola en el último momento produciendo escenas que...
mejor no recordar.
Se debe controlar siempre la cantidad porque el alcohol
desinhibe y provoca
comportamientos poco adecuados para un evento laboral. Si el
caso es que es imposible controlarse y al final el alcohol se impone, es
importante que no haya pruebas que demuestren ese momento. Por tanto, hay que evitar las fotos, los vídeos
y cualquier medio reproductor.
La vestimenta
también es otro punto importante. Aunque ha llegado quizás el momento de dejar
la corbata y el traje pantalón en casa, tampoco
es el día adecuado para ir con vaqueros rotos o un escote de
vértigo. Jefes y directivos estarán presentes y una imagen correcta es siempre
la mejor carta de presentación.
Las cenas de empresa son el momento perfecto para conocer gente
nueva o, al menos, hablar con todos. No
es recomendable cerrarse en banda y entablar conversación
únicamente con los colegas que mejor nos caen. Los organizadores de estas
comidas saben que esto suele pasar y por eso propician una colocación
específica para que la gente no se siente al lado de los mismos de siempre. El objetivo es conocer a gente nueva
y aprovechar la oportunidad de acercarse a gente importante con la que
normalmente no entabla contacto.
Los temas 'conflictivos' también deben de quedarse fuera. El
alcohol, aunque sea en pocas dosis, y el exceso de confianza pueden provocar
problemas con algunos temas por las opiniones encontradas que puedan surgir. Es
mejor evitar las conversaciones sobre religión,
política
o dinero
porque sólo crearán conflictos. Se debe tener en cuenta que a la estas comidas
acuden muchas personas con personalidades y puntos de vista muy distintos así
que antes de que estalle la guerra, lo mejor es ser diplomático. Tampoco será el mejor momento para los
cotilleos.
Y por último no hablar demasiado. Esta es otra de las
consecuencias de alcohol: la
verborrea. Hay que recordar que, salvo excepciones, nos
encontramos con colegas, no entre amigos, así que hay que ser prudente con todo
lo que se dice.
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