La escucha activa implica escuchar con atención y concentración, centrar
toda nuestra energía en las ideas del comunicado y en el lenguaje no verbal
para interpretar correctamente el mensaje de nuestro interlocutor. Para
escuchar activamente debemos prestar atención, concentrarnos en el mensaje,
autocontrolar nuestra mente para no desconectarnos de la comunicación, saber
realizar las preguntas idóneas, memorizar las ideas principales del discurso y
dar feedback demostrando a nuestro interlocutor que se siente bien
interpretado.
Te proponemos una serie de ejercicios que te permitirán desarrollar tu
capacidad de escucha activa. Estos ejercicios se basan en: prestar atención,
concentración, autocontrol, memoria, técnicas de las preguntas y feedback.
Estos son los ejercicios de escucha
activa que ponemos a tu disposición:
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